Después de la firma del Tratado de Armisticio por parte del gobierno de la Gran Colombia y España, se lleva a cabo el acuerdo de Regularización de la Guerra.
Este tratado simbolizaba el compromiso de ambos gobiernos representados en aquel entonces por Bolívar (Gran Colombia) y Morillo (España) de hacer la guerra respetando los derechos de las personas, que habían sido abusadas por ambos bandos durante los años del enfrentamiento.
Estuvo compuesto por catorce artículos y fue firmado el 26 de noviembre de 1820, en el mismo lugar donde se firmó la Proclama de Guerra a Muerte en 1813. Con este tratado se beneficiarían los prisioneros de ambos bandos, los cuales debían ser atendidos y asistidos de manera igualitaria tantos los realistas como los Patriotas.
Por otra parte, se plantea el canje de los prisioneros, la cual se realizaría por grupos según la clase y el grado.
Tanto el Tratado de Armisticio como el de Regularización de La Guerra fueron claves para el cese de la Guerra a Muerte proclamada por el Libertador Simón Bolívar contra los españoles.
La firma de estos tratados esta inmortalizada en el monumento que se erige en el pueblo de Santa Ana de Trujillo, donde se muestra el abrazo entre Bolívar y Morillo efectuado el 27 de noviembre de 1820. Cabe resaltar que estos personajes colocaron la primera piedra para la construcción del mismo.[1]
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