Las virtudes nos enseñan a comportarnos ante cualquier situación, hacer lo que es bueno y correcto, actuar de manera racional buscando siempre el bien.
Son nuestras acciones, virtudes o defectos los que nos hacen personas de bien o de mal. Las virtudes son un hábito positivo que hace a las personas capaces de cumplir el deber ser de una manera fácil y gratificante.
Algunas de las virtudes morales o adquiridas, se clasifican en base a cuatro virtudes fundamentales que son: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Siendo la prudencia aquella que nos lleva a comprender según las circunstancias lo que se debe hacer.
La justicia no enseña a otorgar a cada uno lo que le corresponde.
La cuarta virtud fundamental sería la templanza la cual nos lleva al dominio total de sí mismo, evitando que nos dejemos llevar por tentaciones o provocaciones.
De igual manera, las virtudes infusas según la teología se basan en la religión. Las principales son: fe, esperanza y la caridad.
La fe es la creencia fiel de que “es posible” y va de la mano con la esperanza que es el deseo y el aguarde a que “eso ocurra”.