Según investigaciones realizadas con ratones y difundida el jueves en Estados Unidos, arrojaron que las proteínas que controlan el desarrollo de visión después del nacimiento juegan un papel importante en el mal de Alzaheimer, una enfermedad cerebral incurable.
"Por supuesto, debemos hacer más investigación, pero estas proteínas también pueden ser nuevos objetivos para las terapias contra el Alzheimer", agregó.
Los investigadores descubrieron que estas proteínas, llamadas LilrB2, presentes en los humanos además de en los roedores, pueden amalgamarse a fragmentos de proteínas beta-amiloides, cuya acumulación en el cerebro es una de las principales características de la enfermedad de Alzheimer.
Los beta-amiloides sofocan las sinapsis que permiten a las neuronas comunicarse.