“El cliente siempre tiene la razón” es l la frase popular que siempre se escucha de los jefes, cosa que no siempre es es asi y si se analiza desde una perspectiva mas objetiva, “El cliente siempre tiene la razón” se llega a poner en duda.
Si el cliente es el que tiene el dinero el cual es el único fin de la mayoría de las empresas, no significa que se tome atribuciones que no les corresponde o peor actitudes y posiciones desagradables, hay muchas razones que infieren en que el cliente siempre tienen la razón y que a pesar de que se debe velar por su satisfacción, es menester el tomar cartas en el asunto frente a determinadas circunstancias, buscando ser lo más justo posible. Algunas de esas razones son:
Entrar a un establecimiento sólo para mirar: Ese tipo de situación representa tanto para el vendedor como para el establecimiento una significativa pérdida de tiempo, pues usualmente ese tipo de cliente no se limita a la observación, al punto que, llega a ser tan abusivo como para medirse prendas, pedir un gran número de muestras del producto y demás, sin comprar siquiera lo más económico, huyendo del sitio con la frase que les identifica: “Voy a dar una vueltica y ya vengo”.
Despotismo: Se da producto de la convicción y el estatus de absoluto que se le da a el mencionado refrán, llevando a que el cliente se considere un rey y exija por parte de quien le atiende, la actitud de un esclavo.